Aunque parezca que no, hay que educar a tu perro para salir a pasear. Lo primero que deberás hacer con tu perro es que se habitúe a sus accesorios, como el collar o arnés y la correa, antes de salir con ello la primera vez.

Por eso, recomendamos que no se lo coloques sin que posteriormente haya podido olerlo lo suficiente, entonces, procede a su colocación y déjalo unos cuantos días hasta que percibas que ya no es un elemento extraño para tu perro.

Además, antes de salir de casa, puedes probar a simular varios paseos en el interior del hogar. Para ello, debes lograr que tu perro se encuentre calmado antes de colocarle la correa. Una vez se la coloques camina firmemente a su lado, si él quiere tirar, detente hasta que él pare también; cada vez que te obedezca y se comporte como tú deseas, es el momento de emplear el refuerzo positivo para solidificar el aprendizaje.

Antes de salir a pasear en la calle por primera vez, asegúrate que tu perro se encuentra calmado, pues la exposición a la calle también puede provocarle nerviosismo y estrés. Ten en cuenta que, si te encuentras con que no quiere caminar, nunca debes forzar a tu perro a salir a pasear si se encuentra en este estado, ya que resultaría una experiencia muy desagradable para él.

Consejos para pasear con tu perro correctamente

Cuando vayas a pasear a tu perro asegúrate de contar con el equipamiento adecuado, ya que determinarán la calidad del paseo, por lo que es fundamental elegir correctamente. Por nuestra parte, recomendamos utilizar siempre una correa larga, también llamada correa de adiestramiento, la cual podremos ajustar según la ocasión.

Además, intenta caminar de forma relajada, guiándole con suavidad y deteniéndote siempre que el animal pare a orinar. Evita correr, gritar o intentar que el perro esté pendiente de ti, así como dar tirones de correa para lograr llegar a un sitio o impedirle que te tire a ti. Actuar con tranquilidad le enseña a tu perro a caminar también de forma relajada.

En cuanto al tiempo de paseo, tenemos que tener en cuenta que cada perro y rutina es diferente, pero nuestra recomendación es de tres paseos al día, distribuidos de la siguiente manera:

• Mañana: El primer paseo del día debería ser el más largo, completo y estimulante, durando entre 15 y 40 minutos.
• Mediodía: Este paseo nos ayudará a calmar a nuestro perro y está enfocado principalmente a hacer sus necesidades. Puede durar entre 10 y 20 minutos.
• Noche: Aunque normalmente es el paseo al que dedicamos más tiempo, lo cierto es que el caos y el nerviosismo de este momento del día no ayudan al perro a relajarse. Lo ideal es dedicar entre 15 y 30 minutos a este paseo como máximo.

Y acuérdate siempre de llevar agua y un bebedero portátil, sobre todo en las épocas de más calor, llévale a sitios nuevos y permítele olisquear el ambiente.

Errores más comunes

A la hora de pasear a nuestro perro, es muy común que cometamos algunos errores. ¡Pero no te preocupes! Te vamos a contar algunos de los más comunes para que el paseo con tu perro sea perfecto:

1. No dejar que tu perro huela el entorno: Este comportamiento forma parte de la naturaleza de los canes. Cuando llevan a cabo este comportamiento suceden dos cosas muy importantes, se relajan y reciben información del entorno.
2.  No permitir que se relacione con otros perros o personas: Exceptuando los perros que tengan un comportamiento agresivo con otros, es muy importante que dejemos que nuestro perro se relacione con otros. Es fundamental que los animales puedan relacionarse entre ellos además de con nosotros.
3. Hacer un paseo demasiado corto o demasiado largo: Por lo general, el paseo de un perro debe durar entre 20 y 30 minutos y debe repetirse entre dos y tres veces al día. Esfuérzate por ofrecer un paseo adecuado a tu perro y observarás un mejor comportamiento, actitud y felicidad en sus ojos.
4. No dejarles 5 minutos libres sin correa: Muchos etólogos y educadores caninos coinciden en que dejar cinco minutos al día de libertad sin correa ofrece a nuestro perro un extra de estimulación y bienestar, en el que le permitimos explorar por su propia cuenta un entorno, algo muy positivo para él. 
5. No estar atento al perro: Es imprescindible para evitar que puedan comer alguna cosa del suelo o, simplemente, para detectar su comunicación corporal y conocer mejor qué cosas le gustan y cuáles le desagradan.